OYAMBRE: LA VALLA DE LA VERGÜENZA
Mano con mano en la duna
Oyambre en el corazón:
asedian su línea pura
alambradas y hormigón...
La presencia de la valla a pie de playa pone de manifiesto que la codicia humana no tiene límites...
Repetid todos a una
la feliz conjugación,
yo especulo, tú especulas
¡viva la especulación!
¿Se puede parcelar el mar? La presencia de la valla constituye un insulto, una contaminación, un atentado a la Naturaleza, a la belleza natural...
Picos de Europa en la altura
centinelas de la playa,
que en Oyambre no construyan
muros al monte y al mar,
que es su ser sutil figura
donde la tierra y el agua
se funden bajo la espuma
de las olas milenarias...
La belleza natural de Oyambre es incompatible con esta burda valla cuya presencia produce bochorno, auténtica vergüenza, hiere la sensibilidad...
Oyambre de viento y bruma
eres campo de batalla:
Al tiempo por tu hermosura
¡codiciada y admirada!
Recordamos la duna abierta, totalmente libre, sin la presencia descarada, inimaginable, de una valla que surgió de la nada, a la que jamás nos acostumbraremos y que podríamos calificar, en este ¿Parque Natural de Oyambre?, sin temor a equivocarnos, como "la valla de la vergüenza"...
Repetid todos a una
feliz manifestación:
Mano con mano en la duna
¡Oyambre en el corazón!
¡Oyambre libre de vallas!