miércoles, 12 de noviembre de 2014

A cuchos, persiguiendo mariposas (Poema para Olmo)



A CUCHOS, PERSIGUIENDO MARIPOSAS
(POEMA PARA OLMO)


A cuchos,
agarrado a mi cuello,
Olmo y yo perseguíamos mariposas
una mañana soleada del mes de noviembre
a pesar del leve manto de escarcha
que cubría la hierba.



A cuchos,
agarrado a mi cuello
y con el índice extendido
Olmo me iba indicando qué mariposa le gustaba más
y yo rápidamente giraba sobre mí mismo
en un intento acrobático
por aproximarme a su vuelo dislocado.



Olmo se había enamorado de las mariposas
y no se cansaba nunca de perseguirlas.
Gritaba, reía, gozaba
pero para un abuelo como yo
sus diecisiete meses eran una dulce carga
que mi cuello no podía soportar por mucho tiempo.



Las mariposas comprendieron sin duda mi difícil situación
y en las poquitas hojas que le quedaban a la higuera
se posaron suavemente y extendieron sus alas al sol.
Olmo sintió un repentino sosiego
abrió asombrado los ojos y la boca
señaló con su índice aquellos maravillosos colores
y conteniendo la respiración
se agarró fuertemente a mi cuello...



¡Qué hermoso abrazo, Olmo,
para un abuelo enamorado!



Una mañana de noviembre
soleada y con escarcha
persiguiendo mariposas




con Olmo a cuchos...

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