EL PATITO TRAGONCETE DE LA FUENTONA
(POEMA PARA OLMO Y LEO)
¿Recuerdas, Olmo,
cuando fuimos a la Fuentona
y aquel patito blanco te perseguía por toda la orilla?
Teníamos que sujetarte por miedo a que cayeras al agua
pero tú te empeñabas en llamarle ptito y en ofrecerle flores
que luego se llevaba la corriente.
De pronto sacaste la bolsa de gusanitos de tu mochila
y descubriste que se volvía loco comiéndoselos
y no te importó echárselos todos.
Entonces el patito blanco movió sus patas
y se deslizó sobre el agua como por arte de magia,
iba y venía nadando tras ellos zampándoselos con su pico naranja
hasta que desaparecieron en su estómago.
El patito se acercó de nuevo a la orilla
y te llamó con unos cuacuá insistentes,
tú le expresabas con gestos que no tenías más
alargaste la mano y te la besó suavemente,
le dijiste adiós y se fue feliz hacia la otra orilla
mientras Leo dormía plácidamente en su sillita.
Ayió ptito, ayió ptito repetías entre aplausos.
....................................
...................
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario