"MORA Y MORO"
Los dos, cuando galopábamos camino de la mar, hacia Fonfría, por aquellos senderos de tierra, nos sentíamos libres, en las alas del viento, hacia el infinito...
Había algunas paradas obligatorias para comer las flores tiernas y amarillas de los escajos, pero inmediatamente aceleraba su trote hacia los prados de la Marina, donde la dejaba suelta paciendo mientras yo bajaba por los acantilados de la Corneja a contemplar cómo rompían las olas lo más cerca posible, lo más atronadoramente posible... Mora me esperaba tranquilamente y siempre nos hablábamos con silbidos y relinchidos que sólo nosotros sabíamos dar...
Fue Mora uno de esos grandes seres llenos de bondad e inteligencia que la vida te hace el favor, el privilegio, el honor de compartir...
¿Y "Moro"? Fue también un gran amigo, aunque no pude compartir con él tanto tiempo y tantas experiencias como con Mora... Fue un perro de pluma, negro intenso, como Mora, (como Huma), con una mirada profunda, corredor infatigable, cariñoso, compañero de mis juegos infantiles, del que también guardo un recuerdo imborrable y una fotografía emocionante...

Algo me dice que las fotografías encierran un poder de evocación superior al de las palabras, ¿no te parece?...