viernes, 30 de diciembre de 2016

¡Dos superpulgares! (Navidad del dieciséis) -Para Olmo-





¡DOS SUPERPULGARES!
(NAVIDAD DEL DIECISÉIS)
-PARA OLMO-



Nada que ver con Pulgarcito, ¿verdad Olmo? Esta es la historia de un niño que recibió un regalo de Navidad que nunca se hubiera imaginado, ¡dos superpulgares!

Olmo se despertó de un profundo sueño y ¿cuál fue su sorpresa? Sus pulgares estaban cubiertos de un blanco caperuzón y estaban rígidos hacia arriba, como cuando hacemos el signo de eureka, pero con las dos manos.

Al principio le resultó un poco molesto no poder agarrar la cuchara, el tenedor y otros objetos similares, pero el resto de dedos mantenían su movilidad normal y no tuvo problema en ir manejándose con ellos.

Alguien le dijo que no se preocupara demasiado ya que a muchas niñas y niños les ocurrían a veces cosas inexplicables y fantásticas de las que luego, cuando llegaran a mayores, seguramente ni se acordarían.



Así que Olmo comenzó a hacer las cosas de siempre, como ir al rincón de los juguetes y clasificar su retahíla de animales, los de tierra, los de agua, los de aire, los de África, los de Asia, los de los Polos, los de granja, los dinosaurios... Cada uno tenía su nombre, sus características y su pequeña historia, cosas que a Olmo jamás se le olvidaban y era capaz de corregir hasta a su mismísima profesora de párvulos.

Descubrió Olmo que sus pulgares no le hacían falta ni para jugar, ya que con el resto de los dedos se manejaba incluso mejor. Había que ver cómo cogía las patatas fritas con el índice y el medio y esto le sirvió entre otras cosas para aprender los nombres de los dedos, su posición, su tamaño y su destreza.

A veces se quedaba pensativo porque se preguntaba que si de mayor quisiera ser pianista, por ejemplo, sería imposible con aquellos superpulgares tan rígidos. Bueno, pero tampoco podía hurgarse la nariz como antes y si embargo lo hacía ya perfectamente con el índice, así que seguramente no tenía por qué preocuparse demasiado.



Los caperuzones blancos se habían transformado en grises, marrones, negros y en todos los colores habidos y por haber, ya que Olmo metía sus manos donde fuera, además de en la nariz, a pesar de que sus padres le recordaban constantemente que tenía que mantenerlos lo más blancos posible, algo que a él le tenía sin cuidado.

En su clase y en el parque era el rey de los pulgares. Todas las niñas y niños querían tener unos superpulgares como los suyos. Se reunían en la parte más alta de los toboganes y allí mostraba sus dedos y hacía con ellos aquellos gestos tan llamativos y espectaculares: ¡eureka, amigos! Y se lo pasaban pipa.

Cuando venían sus abuelas y abuelos de visita, les apuntaba con aquellos dedados y decía: ¡cuidado, tengo dos superpulgares! y se lanzaba a su cuello para dar el habitual abrazo sin hacer ningún daño. 

Resulta que un buen día, cuando se despertó de la siesta, también sin saber cómo, había perdido su maravilloso regalo de Navidad, aquellos caperuzones sucios y estropeados por el uso, aunque los pulgares seguían en su sitio, blancuzcos y estirados, con uña y todo. Los observó detenidamente, y comprobó que cerraban y abrían como siempre.

Nuevamente se quedó un tanto pensativo y después de comprobar que podía seguir haciendo la señal de eureka, exclamó: ¡Hay que ver qué cosas tan extraña nos ocurren a los niños! Y comenzó a poner en fila sus innumerables animales...

..........................................
.........................
....







martes, 20 de septiembre de 2016

Una sonrisa y poco más... (para Olmo y Leo)




UNA SONRISA Y POCO MÁS...
(PARA OLMO Y LEO)

Hoy la huerta es como una hermosa tarta. La higuera repleta de higos abiertos, sonrosados y relucientes es el festín de numerosos mirlos y otros pajarillos que revolotean sobre ella, llenan sus buches, entran y salen alegres y felices.


Al lado, una ardillita saquea el nogal con sus caminatas arriba y abajo, ágiles, rápidas, interminables durante toda la mañana. Trepa hasta el extremo de las ramas más difíciles donde se encuentran las mejores nueces, las atrapa, se deshace de su verde cáscara y con una en la boca desciende a toda velocidad por una especie de autopista premeditada y desaparece. Al poco rato vuelve la ardillita recolectora...

Hoy la huerta es una hermosa tarta. Una mañana de fiesta para ellos y para mí. Una mañana de septiembre sonriente y feliz, porque, ¿qué es la felicidad? Una sonrisa y poco más, ¿no os parece?

............................
..............
...


lunes, 29 de agosto de 2016

¡Bolao en el corazón! (Poema para Olmo y Leo)



¡BOLAO EN EL CORAZÓN!
(POEMA PARA OLMO Y LEO)

María no salía casi nunca de su pequeña aldea
salvo cuando tenía que llevar maíz al molino.
Bolao era para ella el horizonte azul
el acantilado mágico donde las aguas se convertían en música
y en espuma.


Aquella muchacha de ojos grandes y hermosas trenzas
montaba en una mula torda que era casi ciega
pero que se sabía el camino de memoria
y que con su lenta y larga zancada
y sendos sacos de maíz en los cuévanos
era capaz de salir del valle y remontarla hasta la costa
donde se encallaba el molino junto a una deliciosa cascada.



Solo cuando el sendero bordeaba el cementerio
sentía un escalofrío, se santiguaba y arreaba la mula
para pasar lo más rápido posible sin mirar atrás.


Por lo demás, las caminatas en otoño discurrían
sobre alfombras doradas
y mañanas azules atravesadas de sur.
Las altas torres de Cóbreces anunciaban la cercanía de Bolao
y aunque la mula torda no las veía,
María sentía que aligeraba su paso.


En Bolao María no se preocupaba por nada;
el molinero descargaba los sacos de maíz
y la despedía hasta el próximo día 
en que debía volver a recoger la harina.


Pero María nunca se iba sin contemplar largo rato
los impresionantes acantilados,
la inmensidad del horizonte que rodaba sin cesar hasta la orilla
y las aguas bulliciosas y saltarinas de aquella mágica cascada.



Mientras, la mula torda pacía en las brañas
a la espera de que María grabara una vez más en su corazón
aquella música que todo lo envolvía y que tanto amaba...


¡Cuántas veces, con los ojos encendidos,
me contó aquel recuerdo que guardaba como un tesoro:
¡Bolao en el corazón!


................................
................
...



martes, 26 de julio de 2016

Si yo fuera músico (poema de un abuelo loco de alegría)




SI YO FUERA MÚSICO...
(POEMA DE UN ABUELO LOCO DE ALEGRÍA)



Si yo fuera músico
te compondría un nuevo himno a lo Beethoven,
la Nana de la Alegría,
la cantaría en las plazas a pleno pulmón
la gritaría en los montes y en las playas
para que todo el mundo se enterase
de que nos está naciendo un niño...



Si yo fuera músico a Vivaldi
le robaría La Primavera
para regalártela por primavera
¡oh, qué maravilloso concierto te daría
si yo fuera músico!
para que todo el mundo se enterase
de que nos está naciendo un niño...


Si yo fuera músico sería
un feliz trovador por los caminos,
tocaría, cantaría y bailaría sin descanso
para que todo el mundo se enterase
de que nos está naciendo un niño...


Si yo fuera músico ¡qué sería!
un músico loco de alegría
porque nos está naciendo un niño...




Pero como no soy músico
solo se me ocurre ofrecerte
el pío-pío de los petirrojos al amanecer
que es la música más sublime jamás escuchada
y nuevamente al atardecer
con la nana del pío-pío
te dormiría entre mis brazos
para que tuvieses dulces sueños...


Porque nos está naciendo un niño
si yo fuera músico...

......................................
.................
...

martes, 21 de junio de 2016

Dos en la mejilla y uno del revés...





DOS EN LA MEJILLA Y UNO DEL REVÉS



1

Una, dos y tres
tres gotitas cayeron
tres
yo las vi llover
y eran tres...

2

Tres besitos dieron
dieron tres
dos en la mejilla
y uno del revés
tres
fui yo quien los besé...

3

Uno, dos y tres,
tres añitos cumples
¿ya son tres?
¿cuántos añitos tienes?
-¡Tes!
¡unodoytés!

1, 2 y 3

Tres deditos tiene
tiene tres
feliz cumple para Olmo
que cumple tres
¡unodoytés!

uno,
dos
y...




¡tres!

..............................
.............
...



martes, 24 de mayo de 2016

Nada era inevitable. Poema de Jorge Riechmann.



NADA ERA INEVITABLE
POEMA DE JORGE RIECHMANN


     Una de las cosas que más me gusta hacer en primavera es preparar mi pequeño huerto. Me lo tomo, eso sí, con mucha calma. Las labores son varias y llevan, como todo, su proceso. Además siempre cuento con la compañía y el apoyo de Huma, mi preciosa gatita y con el pequeño petirrojo y un par de mirlos cantores, que a ratos amenizan la mañana.

     Hoy me tocaba palotear y como veis no se me da nada mal. Cada día paloteo un trozo calculado para no pasarme de rosca, pues se trata de un trabajo duro que hago una vez al año.



     Pero el secreto de que me guste tanto trabajar la tierra está en la silla que tengo aquí al lado, bajo el madroño. Y claro, el libro, la botella de agua y el sombrero de paja. Comienzo a media mañana con ganas, pero al poco rato me llama la lectura y no puedo resistir el impulso. Me quito los guantes y me siento un ratito a leer. 

     En La Marabunta, una simpática librería-café del barrio de Lavapiés de Madrid, había comprado hace tiempo un libro de Jorge Riechmann titulado Fracasar mejor (fragmentos, interrogantes, notas, protopoemas y reflexiones) y me pareció muy apropiado para repensar el mundo mientras paloteo. Este fue el poema de mis reflexiones de hoy, aquí os lo dejo, que yo tengo que progresar en la tarea...

NADA ERA INEVITABLE

Quienes hubieran debido ver no miraron.

     Quienes hubieran debido oír no escucharon.
     Quienes hubieran debido recordar prefirieron distraerse.
     Quienes hubieran debido precaverse se entregaron.
     Quienes hubieran debido actuar permanecieron pasivos.

Quienes hubieran debido cooperar se blindaron de indiferencia.
Nada de lo que iba a pasar y se veía venir era inevitable. Pero
dejaron que ocurriera.

                                       Jorge Riechmann

.............................
................
...
     



jueves, 28 de abril de 2016

Y sucumbir a las delicias del amor...




Y SUCUMBIR A LAS DELICIAS DEL AMOR...





Te hemos visto
buscar con avidez
la fuente que mana leche y miel.

Y bucear
y agarrarte dulcemente
y sucumbir a las delicias del amor.

Y ciegamente
atarte de nuevo a la piel
a las caricias, a los besos más hermosos.

Leo...

...............................
...............
...


miércoles, 27 de abril de 2016

Abril...




ABRIL...





Verde nuevo de abril,
verde inmaculado.

Azota el azul los cimientos
del acantilado.

Tiembla la incipiente primavera
con ribetes blancos.

¡Cómo resuella en el agua 
el fecundo abrazo!

¡Orgásmico y sagrado!

.............................
............
...



Gota a gota...



GOTA A GOTA...






Magnífico son de aceros son tus aguas
en este vasto valle de azules desolados
con un afán sin tregua redoblas tus ataques
y aquí estoy yo, pequeña gota indescifrable
bajo el perfil hiriente de rocas que amenazan.

¿Será la mar la madre que amamanta
la intensa vida que riega nuestra tierra?

Gota a gota a todos nos elevas
pájaro, hombre, mariposa, hierba...


...........................................
....................
....



lunes, 25 de abril de 2016

De tanto besarte...




DE TANTO BESARTE...




De tanto pisarte
-huellas de ida y vuelta-
hollé un sendero entre tus olas,
de tanto besarte...

De tanto pensarte
-funambulista de horizontes-
hollé un sendero entre tus vientos,
de tanto besarte...

De tanto mirarte
-me arrancaste los ojos-
hallé el amor de tus arenas,
de tanto besarte...

.........................
.............
...



domingo, 24 de abril de 2016

¡Chupetes para todos! Poema para Olmo y Leo.





¡CHUPETES PARA TODOS!
POEMA PARA OLMO Y LEO


Después de una larga jornada de guarde,
Olmo llega cansado a casa, con papá,
y sabe, que después de merendar,
casi siempre se van al parque
a una intensa sesión de tobogán.




Pero ese día, mamá, un poco cansada también
de que Leo utilizara sus pechos como chupete,
decidió regalarle uno, ¡su primer chupete!
un enorme chupete que cubría casi toda su carita,
sin sospechar cuál sería la reacción de Olmo.

A Olmo, que es un gran consumidor de chupete
y un auténtico artista en su manejo,
le había llegado la hora de compartir el uso del chupete, 
aunque no los chupetes.

Así que cuando Olmo llegó de la guarde
y vio aquel hermoso chupete en la boquita de Leo,
no lo pudo resistir, se lo arrancó de un tirón
y se lo puso él en la suya, 
considerando un atrevimiento por su parte
no haberle pedido permiso previamente
-se lo noté en el gesto de la cara-
hasta que mamá le explicó
que los chupetes no se comparten.

Entonces mamá sacó un pequeño paquetito de su bolso
con un lacito que ponía "para Olmo"
y al abrirlo se encontró con otro precioso chupete para él.

Olmo se sintió muy feliz
y se fue al parque a "toboganear"
luciendo chupete nuevo...


...............................................
.............................
........



A veces...




A VECES...






A veces,
las sombras me sorprenden 
al borde de tu aliento.

Al amor de la tarde
de tus últimas claridades.

Tiemblo con tus aguas
entre perfiles y contrastes.

Una gaviota me avisa
de un naufragio irremediable,
a veces...

................................
.................
....


sábado, 23 de abril de 2016

¡Me he disfrazado de yogur! Poema para Leo.




¡ME HE DISFRAZADO DE YOGUR!
POEMA PARA LEO



Mientras tú, Leo, succionabas en el pecho de mamá,
Olmo, sentado en la trona, justo a vuestro lado,
se afanaba en acabar su cena.
Y como se lo había comido todo,
mamá, sin darle importancia,
le dijo que se comiera finalmente el yogur.


Tal vez Olmo pensara
que era el momento de hacer una de las suyas
-solo por llamar un poquito la atención de mamá-
y, ni corto ni perezoso, se echó el yogur por la cabeza
y se embadurnó con él toda la cara.

Entonces, para quitarle hierro al asunto,
dijo con mucha guasa:

  - Mira, mamá, ¡me he disfrazado de yogur!

Y mamá, que te estaba dando el pecho,
no tuvo más remedio que reconocer
que le gustaba mucho aquel disfraz.

Y Olmo volvió a sentirse muy feliz...

...........................................
.........................
.....

jueves, 21 de abril de 2016

Poema para Leo: Tránsito hacia la luz



POEMA PARA LEO: 
TRÁNSITO HACIA LA LUZ


Leo, te conocimos, como a Olmo,
en la aséptica habitación de un hospital:
cama metálica, sábanas blancas con letras azules, 
dispensador de jabón neutro para higiene manual,
amplios ventanales...

Tu nacimiento nos fue ajeno
hasta el momento en que a los familiares 
nos permitieron subir. Mientras tanto, 
ya habías nacido hacía por lo menos un par de horas
y tras los chequeos reglamentarios, piel con piel,
bien lavado y vestidito
te presentaron al resto de la familia, 
a nosotros, tus cuatro abuelos y tus dos tíos...




Aún mostrabas en tu rostro 
el duro trance por el que acababas de pasar:
nariz aplastada, piel enrojecida, ojos achinados
cabeza de pepino... Tal fue la presión, el empuje, 
la dificultad del último tránsito antes de ver la luz
y sufrir el llanto desgarrador de la separación traumática...

He de decirte, Leo, 
que tus padres exhibían una felicidad inenarrable,
al igual que cuando nació Olmo hace algo más de dos años.
Y nosotros, tras la inquietud y la angustia de la espera,
no pudimos evitar las lágrimas de la emoción contenida,
al igual, repito, que cuando nació tu hermano...

Estabas en la cuna. Solo se te veía la carita sonrosada. 
Tras los abrazos y los besos de felicidad, 
la primera reacción de las abuelas fue destaparte
y ver tus piernecitas rechonchas y encorvadas, 
pero...¡Ahí estaba Olmo, tu hermano! 

Se colocó delante de la cuna,
extendió sus brazos protectores y en tono desafiante, gritó:
-¡Es mío, es mi hermano, es mi hermanito!-
y te defendió a capa y espada de las intrusas.
No pudimos evitar una carcajada general de felicidad...

Al poco rato, 
sin necesidad prácticamente de aprendizaje alguno,
te pusiste a mamar con la mayor naturalidad. 
Olmo se recostó a tu lado observándote atentamente,
tocando tu cabecita pelona...


...................................................
............................
....




jueves, 10 de marzo de 2016

Inolvidable primavera, Olmo...



INOLVIDABLE PRIMAVERA, OLMO...



La primavera y Leo de la mano
como un brote,
     como una yema,
         como una flor...




Su llanto, Olmo,
compartirá los cantos del amanecer,
     las puestas en los nidos escondidos
          los colores siempre maravillosos de las flores...

Y los insectos,
   y las alimañas,
      y las rapaces...

La primavera, Olmo,
nos trae a Leo de la mano
                  desde las entrañas
                      y desde sus raíces florecerá
                          y su aroma será nuestra alegría...

Sí, Olmo,
será una primavera 
                  inolvidable...


...........................................
.......................
.......