miércoles, 28 de noviembre de 2012

Jesús Cancio: 8 de diciembre de 1885


JESÚS CANCIO: SE ACUSA INJUSTAMENTE AL POETA

       El día 18 de julio de 1936, se declara en nuestra atormentada patria, el estado de guerra civil. Durante el período que se mantiene en su villa natal la legalidad republicana, Cancio, que era entonces concejal de Cultura en el Ayuntamiento, y más tarde Alcalde, se dedica a evitar entre sus conciudadanos todo el mal que de una guerra civil se deriva. La bondad de Cancio se hacía ver en todos los actos tanto públicos como privados en que intervenía; después, con el triunfo del dictador, fue injustamente acusado de actos, que a todas luces, ni propició ni ejecutó.

      En el documento que se transcribe, que nos hace ver la calidad humana del poeta, se demuestra cómo se opone a un hecho por el cual fue encarcelado, condenado a muerte y luego indultado, pasando varios años en prisión. Es el acta de una sesión municipal celebrada en el Ayuntamiento de la Villa marinera, el 18 de noviembre de 1936, cuatro meses después del comienzo de aquella trágica e innecesaria confrontación entre españoles.



      "Explicación de mi voto en contra del derribo de la que hasta ahora fuera iglesia parroquial de esta villa."

      Compañeros concejales:

      No voy a hacer como nuestro gran Menéndez-Pelayo que, al prologar una obra, se extendía tanto, que a veces resultaba superior el prólogo, no sólo en calidad, que en esto lo era siempre, sino en cantidad, al resto del contenido.  Por evitar esto, es decir, para no hacer de la explicación de mi voto un discurso, me he decidido a suplicar con la pluma la palabra, y exponer concretamente las razones en que me fundo al oponerme al derribo de la que hasta ahora ha sido iglesia parroquial de esta villa. Y tampoco voy a hacer aquí alarde de izquierdismo ni de espíritu proletario que han guiado siempre todos los actos de mi vida. Todos me conocéis. Treinta años entre pescadores mis mejores amigos, más que como consejero gratuito de sus sociedades, como compañero de bancada lealmente sostenida, lo mismo en las horas de fracaso, como en las de triunfo. A ellos he dedicado las primicias de mi modesta labor literaria, desatendiendo los cantos de sirenas de los aristócratas, cuya estúpida vanidad, me hubiera sido fácil explotar, con cuatro madrigales, y dos sonetos dichos en momento oportuno. Sabéis también que de no verme obligado,como acontece en el sitial que hoy me cabe la honra de ocupar, no acepté jamás otro puesto que el de socio de honor de los cabildos de pescadores de  Santoña y Comillas, porque no me consideré nunca en verdadero lugar si no estaba entre humildes.

      Cuando en Comillas no se conocía apenas el ambiente republicano que empezaba a respirar el país, figuraba yo ya en la Agrupación al Servicio de la República, con Ortega, Marañón y otros, a su noble zaga. Más tarde fui fundador en la villa del partido Acción Republicana; más tarde contribuí a la fundación de Izquierda Republicana en la que milito y militaré siempre, como hombre consecuente con sus ideas, ya que jamás hice de veleta en las circunstancias, y no deserté de aquellos partidos, mientras estos no desaparecieron, como el caso de los anteriormente citados. En una palabra, que nadie puede tacharme de sospechoso. Hecha esta aclaración entro en materia.

     Queridos compañeros: Quien haya tenido el mal gusto de leer mi humilde obra titulada "El Solar y la Raza" sabe muy bien del origen histórico y nobilísimo del edificio del que se debate el derribo. Durante ocho años he gastado mis pobres energías intelectuales, para conocer, como conozco muy bien ahora, la gesta heroica de mis antepasados, que hartos de sufrir la opresión de un rey en la persona de un feudo despótico arrojaron un día al mar cuanto contenía el edificio, en el cual unos indignos caballeros ocupaban un sitial de honor, y después de prender al sacerdote, que amparaba tamaños desafueros, con su alcalde al frente, émulo del de Móstoles y del de Zalamea, que no reparo en que se trataba del Sr. Duque del Infando, juraron en no entrar en ninguna casa de Dios en la que hubiese distinciones humanas y levantaron la referida fábrica religiosa, empeño en el cual tomaron parte hasta tres generaciones, iglesia que en nuestra provincia vivió libre como el mar que bate sus cercanías, con cuantas bellezas encierra, y me opondría a su deterioro con la misma fuerza que he defendido siempre a la República, y a cuanto pueda significar la cultura del pueblo, que si recientemente di mi voz en la prensa en defensa del arte en general en Cantabria, con mayor razón he de romper lanza en defensa de lo que además de ser arte, es documento perenne del espíritu de libertad de mis antepasados.

      Gástese ese costero dinero del derribo, en establecer en la villa alguna fábrica de calzado, conservas, etc, que eleven el bajo nivel  y sus necesidades y le den vida más próspera. Lo sabéis que es tal vez Comillas de los pocos pueblos de la provincia en el cual no se ha destrozado un cuadro de los muchos en ella existentes, ni se ha desperdiciado un libro.

      Entiendo también que la guerra no es más que un asesinato bien organizado, que será preciso sustituir las balas por los libros, los cuarteles por las escuelas, pacifista de corazón lucharé hasta la muerte si así fuera, por la cultura, ya que es luchar por la libertad y por el arte.

      Así es y así piensa este republicano de izquierdas.



Introducción y selección, doctor  Eduardo Cuevas
Presidente de A.D.A.L.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Santillana del Mar: Estampas otoñales



SANTILLANA DEL MAR: ESTAMPAS OTOÑALES


     Los árboles de edad constituyen un elemento fundamental en el entorno y en el paisaje interior de Santillana del Mar, complemento imprescindible de esta maravillosa villa medieval. Los matices dorados otoñales, con la primera luz de la mañana, se integran en su singular arquitectura...



Eucalipto y ginkgo monumentales. 



Acceso a Santillana: magnífico paseo arbolado...


Entorno de Santillana con el Monte Castillo al fondo.


La Colegiata navega sobre una gran ola verde de espumas doradas...


El poste convertido en un arbolito,  los cables amenazan ruina y no digamos la pila de basura... ¡Qué pena de foto y qué aspecto tan descuidado..!


Santillana, un mar de cables aéreos...


Riego por inmersión, que no está lavando... la planta.


¡Oh, qué horror! Santillana convertida en una 
fachada-expositor, como un mercadillo permanente...


Asalto visual al viandante e incitación al consumo...


Sin palabras, exageradamente, más de lo mismo...


Santillana es única, no debemos desvirtuarla; ¿vendrán los turistas a admirar nuestros tenderetes y cachivaches..?


Santillana se afea y se degrada visualmente...


Santillana del Mar debe conservar con toda autenticidad su carácter antiguo... Es el tributo que debe pagar a la inmensidad de visitantes que vienen a admirar su belleza, su monumentalidad, su singular manera de ser... Los productos, por respeto a ellos, deben exponerse exclusivamente en el interior y la publicidad exterior atenerse estrictamente a las normas establecidas para el caso por el Ayuntamiento... 


También hay excepciones muy elogiables...


Conjunto histórico, y... ¡mercadillo permanente!

La mañana dio mucho más de sí, las clásicas y maravillosas fotos de Santillana del Mar, pero me han parecido más significativas, en esta ocasión, las que he publicado... Espero que os hayan gustado...   


viernes, 9 de noviembre de 2012

Oyambre protege su entorno natural



OYAMBRE "PROTEGE" SU ENTORNO NATURAL

     Oyambre se caracteriza por una gran variedad paisajística




formada por unos "acantilados" costeros



y sus "bosques" de corona...



Cantabria "protege" su espacio natural eliminando 
 variantes y vallas invasoras...
(Por cierto, por aquí no puedo pasar con marea alta,
¿dónde está mi derecho de paso?)



que ponen en peligro la supervivencia de una especie autóctona de gran valor como es la duna...


Oyambre, espacio libre, ¿lugar de leyenda o de vergüenza?


Plan de eliminación de vallas invasoras...


¡Ya!