ME GUSTAN LAS MAREAS DE SAN MATEO
Las mareas de San Mateo son maravillosas. La playa se llena de algas maduras, de ruido de resacas y de un intenso olor a salitre, a profundidad... La mar ha perdido el brillante color azul del verano y se ha transformado en un azul gris, sucio, blanquecino... Me gustan las mareas de San Mateo...
Hoy Oyambre era un espectáculo. La inmensa playa de plata mantenía sobre sí la tensión y el tumulto de las olas que la llenaban y la vaciaban constantemente... El borde de las olas era mi sendero. Un sendero indefinible, en continuo movimiento, donde las olas dan su último suspiro antes de desaparecer, de convertirse en espuma y nada...
Siempre me ha gustado correr por la playa, bordear las olas moribundas, patear el agua y salpicarme de abajo a arriba... Al patear el agua consigo que salte con fuerza contra mi cara, mi pecho, mi cuerpo y sigo corriendo...
Patear la playa, respirar profundamente, jadear, sentir el aire, la luz, el agua fresca, escuchar el ruido sordo del mar... Son sensaciones maravillosas, y sobre todo en este espacio sin límites, en donde puedes correr a ciegas, a pie desnudo, sin temor a encontrarte con nadie, a tropezar con nada...
Me gusta vaciarme, correr contra la luz, llenarme de brisa, empaparme en esa espuma hirviente y delicada... Y después "chumbar" bajo las olas en la orilla... Me encantan las mareas de San Mateo...
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