miércoles, 13 de marzo de 2013

Oyambre en una burbuja




OYAMBRE EN UNA BURBUJA


     Incontables son tus olas, Oyambre, como cuentecillas de un collar interminable, incontables... El estático horizonte se funde casi con esas olas leves que rematan su andadura humillándose en la playa, también estática y aterciopelada... Entre ambos, horizonte y playa, casi juntándose, una mar fina y alargada, plomiza y 
susurrante, bajo un cielo pesado, gris y crudo de invierno revivido...




















     Las gotas de aguanieve golpean insistentes sobre el automóvil, que se convierte en una caja de resonancia de lluvias, de ecos marinos, en una pequeña burbuja que me aísla y protege...




















     Pero no dejo de admirarte ¡oh Oyambre! siempre llena de esa delicada belleza, inmensa, pura, arrebatadora...



















     Indescifrable, como las olas...


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