EL ESPLENDOR PRIMAVERAL DE LOS PERALES
(POEMA PARA OLMO Y LEO)
Esta mañana, uno de abril,
una lluvia de pétalos blancos
cubrió toda la calle.
Ráfagas de viento
sorprendieron a los perales cuajados en flor
y los pétalos,
como copos de nieve,
cayeron sobre mi rostro.
Leo,
Olmo,
la primavera,
como una caricia,
nos colma de felicidad.
Solo tenemos que salir a su encuentro.
¡Oh, el esplendor primaveral de los perales!
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