domingo, 25 de julio de 2010


COMILLAS: CONSIDERACIONES SOBRE

"AQUEL" CAPRICHO


     Creció junto al mar con aires de atalaya. Hijo del joven genio universal, su atrevida planta adolescente soñaba vagamente en la penumbra de aquel bosque. Por su piel treparon caprichosas esmeraldas. Árbol, torre o minarete, de su altura al mar asomaba, quijotesca, la figura enjaezada. Sobre el sancho pueblo amodorrado velaba, vigilante, el sueño de los años...




     Nunca fue totalmente nuestro. Corazón callado de Comillas, querido con querer de compañía, su destello latente de verde Cantabria traspasó con creces la cadencia ciega de las cancianas aguas:



En su rincón creció junto a los árboles
y cantaron los mirlos en sus ramas
y se oyeron susurros y oleajes
abrazarse al verdor de su coraza.




     Tal vez, ¡oh arpa becqueriana!, abandonado al desdén del romántico jardín, silencioso y cubierto de polvo, este viejo y bello Capricho esperara la mano de nieve, armoniosa, que supiera interpretar su mágica amalgama con el mundo natural.



     Si esta diminuta catedral del arte de Cantabria, con una restauración sin ostentaciones, respetuosa con el entorno, acorde al espíritu del autor, fiel a su destino original, se hubiera conservado como santuario de arte, de belleza, de poesía, de cultura,  patrimonio de todos,  -desde luego, ningún otro lugar tan indicado como él-  entonces, tal vez, la singular historia del  Capricho  hubiera tenido un final feliz.

     Mas la dura y prosaica realidad sobresaltó el placentero sueño de este faro coronado de intensa fantasía vegetal. De puro objeto de placer contemplativo, desvirtuado el concepto del artista, la genuina quimera generadora de ensueños es transformada bruscamente en pantagruélica posada.



     Pero ésta es ya otra historia y otros son sus protagonistas...

Anclado estaba el Capricho
soñando su verde sueño
en vergel paradisíaco
de centenario silencio.

Jardín de dulces suspiros
rincón de encanto y misterio
de un Gaudí paraje digno
que su verde elevó al cielo.

Verde del verde Capricho
torre de verdes destellos
verde árbol en un nido
de árboles verdes y esbeltos.

Arte, belleza, delirio
de Naturaleza e ingenio,
los árboles y El Capricho
conjunto cuasiperfecto.

¿Dónde está el verde recinto
que al Capricho daba cuerpo
verdes árboles altivos
extensión del monumento?

¡Oh, magnífico equilibrio
de un lugar de privilegio!
En Comillas al Capricho
le arrancaron su secreto.

Publicado en el  diario "Alerta" el 30 de julio de 1989


EL CAPRICHO, HOY


     Naturalmente,  El Capricho de Gaudí se ha convertido en el principal centro de atención de la inmensa cantidad de visitantes que acuden a Comillas. Tras numerosas vicisitudes, se da la circunstancia de que hoy se encuentra cerrado el restaurante y prohibidas las visitas, con la consiguiente decepción de turistas y lugareños. Se comenta que el propietario japonés abrirá el Capricho al público por la "módica" cantidad de 5€. ¡Ver para creer!


      Y, efectivamente, se abrió y recibe cientos de turistas todos los días...


1 comentario:

  1. Yo piqué el otro día. Estuve muchas veces en Comillas y al no haber visto nunca el Capricho por dentro, pringué los 5 euritos. Lo que sí merece la pena es la visita guiada de la Universidad por 3 euros

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